Acerca de Parque Cultural de Valparaíso (PCdV)

texto de Cristobal Palma

Los ejemplos recientes en Chile de malas prácticas arquitectónicas y urbanas son tantas que ya casi se están transformando en un lugar común. Es por esto que es bueno poder celebrar las ocasiones en que parece ser posible corregir la tendencia con proyectos que logran transformarse en hitos de algo cada vez mas urgente: construir ciudad de una manera más inteligente, con el bien común como norte.

El Parque Cultural de Valparaiso (PCdV), que es dirigido por Justo Pastor Mellado, reutiliza las dependencias de la ex-carcel de Valparaiso, que desde hace una decada era ocupado de manera semi-formal por comunidades artísticas locales . El estado chileno, en el contexto de los proyectos Bicentenario, tuvo la buena intencion pero el poco tino de encargarle un proyecto para este lugar al célebre arquitecto brasileño Oscar Niemeyer. Cansado de los cambios que se le solicitaban –la mayoría por presiones de los actores locales afectados, que correctamente se oponian a que se hiciera un proyecto sin previa consulta ciudadana- Niemeyer desistio ,? y en 2008 el gobierno llamó a concurso.

En este contexto, el PCdV refleja de manera clara cómo una situación poco deseable -como lo fue la asignación del encargo por decreto a Niemeyer- fue reemplazada por una situación bastante más productiva como lo es un concurso público. A dicho certamen se presentaron 118 propuestas, un récord nacional para este tipo de iniciativas. La oficina ganadora, HLPS arquitectos (Holmes, Labbé, Portugueis y Spichiger), logró identificar y sortear el principal problema que presentaba el encargo: conciliar la situación amurallada del sitio con el espíritu integrador del proyecto. En otras palabras, transformar una ex-cárcel en un gran espacio público, a traves de nuevos accesos y circulación, y de grandes explanadas (parque y terraza).

Según Mellado, la principal función del Parque es “dinamizar la cultura popular local”. Pero para poder realizar esta acción, lo primero e imprescindible sin duda debe ser el situarse de buena manera en la ciudad donde se genera esta “cultura popular local”, cuestión que el PCdV esta en pleno proceso de lograr.